Yo lo rezo una hora después de finalizar la
comida. Pone fin al descanso tras el almuerzo.
Reza los salmos antes de aprender. El Padre te va a enseñar como un maestro en esta hora canónica. Lo hace a través de dos lecturas: una divina y otra humana.
Esta parte del oficio (rezado en el momento que he dicho) es como un oasis en mitad de la tarde. Como si
entráramos delante del Trono de Jesucristo a escucharle como Sabio en la
Ciencia Divina.
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